La distancia es el asunto primordial. La intensidad de la pulsión es proporcional a la distancia a la que se encuentra el objeto deseado. El deseo es esa distancia. Algunas veces ocurre a la inversa, y se amplifica a medida que se da una aproximación, a medida que los cuerpos se acercan. Pero siempre existe un límite autoimpuesto.
Porque la consumación es la enemiga del deseo.
Buenísimo!
ResponderEliminarBeso.
Tavo.